Los escombros del PRI Aguascalientes arden como brasas
De la humillante numeralia y la vergonzosa debacle electoral del tricolor, la militancia todavía espera las convincentes explicaciones de los incompetentes J. Guadalupe Ortega Valdivia, Paco Guel Saldivar, Lourdes Dávila Castañeda, Norma Esparza Herrera, Lucia Armendáriz Silva, Juan Manuel Gómez Morales y Alberto Solís Farias, erráticos dirigentes del Comité Directivo Estatal durante el sexenio de Carlos Lozano de la Torre.
Enrique Juárez Ramírez y Dennis Ibarra Rangel son los nuevos operadores de la carroza ocupada por el muerto tricolor. Llegan cargando el desprecio de la CTM y de la CNOP, dos de los tres sectores del PRI, que les negaron sus respectivas firmas en el burocrático registro ante la Comisión de Procesos Internos.
Los resultados obtenidos en la elección local y el proceso federal 2017-2018, seguramente los colocarán en la galería de los caudillos derrotados, porque de “fuertes y competitivos”, tienen lo que yo tengo de santo. Al tiempo.
Mientras esto ocurre, el contador público Juárez Ramírez dejó ver la escasa calidad de su materia prima, la pobreza de su carácter, al esconderse debajo de las enaguas de su Mamá Gallina, que pronto salió a defender al tierno pollito de más de 50 años de edad, tan vapuleado como las Chivas del Guadalajara. Ibarra Rangel —cobra como diputada federal, dicen—, le llamó a su Papá Carlos (Lozano de la Torre), quien le recomendó tomarse unos tequilitas para
olvidar las críticas.
El títere, perdón, el delegado del CEN del PRI, Francisco Escobedo Villegas, acostumbrado a corromper a los beligerantes de la residencia propia y a los opositores de la casa ajena, corrió despavorido de Aguascalientes, para atrincherarse en el Cerro de la Bufa de su natal Zacatecas. En el camino se tragó un plátano macho para el susto de su vida.
El prócer Augusto Gómez Villanueva fue olímpicamente ignorado. Sus 80 años de servicio a la Revolución Mexicana se los pasaron por el arco del triunfo. Y Miguel Ángel Juárez Frías, Secretario de Organización en funciones de Secretario General, manifestó su repudio al renunciar anticipadamente al encargo. El exdiputado de dilatada extirpe olivarista presentó el documento en la Presidencia del instituto político. Le firmaron de recibido. Sacó sus cosas en una caja de cartón de la empresa Bachoco. Se despidió de la triste secretaria.
Y aventó las llaves de su oficina en el escritorio.
El lorenismo y el lozanismo viven feliz reencuentro, pero ahora, a diferencia de hace seis años, los primeros se quedan con el pastel y lo segundos se comen, como si fueran perros callejeros, las sobras abandonadas en los platos de sus nuevos patrones; pero además, con la alianza coyuntural se enfilan hacia la histórica rapiña de las posiciones plurinominales en el Congreso del Estado y
en el Congreso de la Unión.
Con este binomio los tricolores perdieron hasta los huaraches por la irracional repartición de las candidaturas durante el gobierno lozanista. La numeralia ofrece certeza. Es fría. Destila sabiduría. Suma victoria. Resta derrotas.
Entrega irrebatibles totales. Y escribe nombres y apellidos de los responsables de la desgracia del PRI Aguascalientes.
El amor (con tintes furtivos) de las dos corrientes priistas me recuerda a esos viejos, rancios y perniciosos matrimonios, muy dispuestos a concelebrar todo el año el sangriento ritual sadomasoquista: “Pégame pero no me dejes”, al fin, los humillantes agravios lozanistas se quedaron en los salones de la Casa de Gobierno.
El presupuesto anual del PRI Aguascalientes para actividades ordinarias, los generosos dineros entregados para la campaña local y los cuantiosos recursos financieros y materiales destinados a la campañas federal, incluida la presidencial, valen el voraz agandalle del partido y un poquito más.
Mire usted, sufrido contribuyente, semejante barbaridad: El Consejo General del Instituto Nacional Electoral acaba de aprobar el gasto promedio de más de 24 millones diarios, ¡un millón y pico de pesos cada hora!, para los partidos políticos y los candidatos independientes durante 2018.
A esta cantidad deberá agregarse el financiamiento público entregado a través de los órganos electorales estatales, en elecciones concurrentes, para los comicios locales; el senador Roberto Gil Zuarth estima que la erogación total nacional llegará a más de 12 mil millones de pesos, es decir, a ¡mil millones al mes!, durante el próximo año.
Gastarse el dinero ajeno es una delicia, ¿no cree usted?
Porque alguien debe de escribirlo: El genial Groucho Marx, menos conocido como el comediante Julios Henry Marx, cumplió cuarenta años de fallecido.
Muchos. Variados. Deliciosos. Humorísticos. Son los aforismos que legó a los leales lectores de sus breves sentencias. Siempre ingeniosas. Siempre punzantes. Siempre cargadas de dorada reflexión.
Y bueno, a propósito del multimillonario presupuesto a ejercer por los partidos y candidatos independientes, reproduzco una cita, exacta y puntual: “¿Pagar la cuenta? ¡Qué costumbre tan absurda!”.
Coda: Un abrazo solidario, cariñoso, para Rubén Jiménez Velázquez y familia.
marigra1954@gmail.com